La tecnología y los sistemas de iluminación
La tecnología y los sistemas de iluminación van de la mano en los coches
Los sistemas de iluminación de un coche son fundamentales y se trata de un sistema más de seguridad ya que nos permite ver y ser vistos. Al igual que la tecnología, que avanza a pasos de gigante, estos sistemas también por lo que cada vez son más modelos los que disponen, de serie o como opción, de faros LED, del encendido autonómico, un sistema automático de luces o el cambio direccional, entre otras.
A los modernos sistemas que avanzan hacia la conducción autónoma hay que sumar también los que logran mejores resultados con un menor consumo. Y los sistemas de iluminación no son ajenos a ello. De hecho, esta dualidad se puede aplicar a los sistemas de iluminación, que han evolucionado lenta pero progresivamente de lámparas halógenas hace años hasta sistemas xenón y la tecnología LED
La base de esta tecnología LED está basada en el diodo, un componente electrónico de dos puntas que permite la circulación de energía a través de él en un solo sentido. Si se compara con las bombillas incandescentes, las luces LED son más eficientes a la hora de convertir la energía en luz. Y es por ello por lo que, si las tocamos irradian menos calor que el resto de bombillas.
Entre las ventajas de este tipo de faros destaca su fiabilidad, ya que pese a soportar fuertes vibraciones, diferentes temperaturas o humedad puede llegar a durar más de 20.000 horas, casi la misma vida que el coche. Otra ventaja importante es la de su inercia lumínica, o lo que es lo mismo, por ejemplo, en una frenada la luz de freno LED se ilumina inmediatamente, de tal forma que los vehículos que circulan por detrás pueden anticiparse mejor.
También es importante su reducido consumo de energía, ya que, comparados con los faros de xenón, consumen aproximadamente un tercio menos. Esto, sumado a su eficiencia y menor pérdida de energía en forma de calor, permite que tengan una vida útil muy superior.
Los sistemas de iluminación de un coche son fundamentales y se trata de un sistema más de seguridad ya que nos permite ver y ser vistos. Al igual que la tecnología, que avanza a pasos de gigante, estos sistemas también por lo que cada vez son más modelos los que disponen, de serie o como opción, de faros LED, del encendido autonómico, un sistema automático de luces o el cambio direccional, entre otras.
A los modernos sistemas que avanzan hacia la conducción autónoma hay que sumar también los que logran mejores resultados con un menor consumo. Y los sistemas de iluminación no son ajenos a ello. De hecho, esta dualidad se puede aplicar a los sistemas de iluminación, que han evolucionado lenta pero progresivamente de lámparas halógenas hace años hasta sistemas xenón y la tecnología LED
La base de esta tecnología LED está basada en el diodo, un componente electrónico de dos puntas que permite la circulación de energía a través de él en un solo sentido. Si se compara con las bombillas incandescentes, las luces LED son más eficientes a la hora de convertir la energía en luz. Y es por ello por lo que, si las tocamos irradian menos calor que el resto de bombillas.
Entre las ventajas de este tipo de faros destaca su fiabilidad, ya que pese a soportar fuertes vibraciones, diferentes temperaturas o humedad puede llegar a durar más de 20.000 horas, casi la misma vida que el coche. Otra ventaja importante es la de su inercia lumínica, o lo que es lo mismo, por ejemplo, en una frenada la luz de freno LED se ilumina inmediatamente, de tal forma que los vehículos que circulan por detrás pueden anticiparse mejor.
También es importante su reducido consumo de energía, ya que, comparados con los faros de xenón, consumen aproximadamente un tercio menos. Esto, sumado a su eficiencia y menor pérdida de energía en forma de calor, permite que tengan una vida útil muy superior.
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